"Buscáis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar. Con sudor." Así comenzaban los capítulos de la ochentera y superfamosa serie televisiva "Fama". Y así comenzó también esta aventura, allá por 2005. Este mes de mayo Hotel Viento 10 ha entrado en el Salón de la Fama de Trip Advisor, al obtener durante cinco años consecutivos el Certificado de Excelencia que este portal concede a quienes reciben críticas positivas y constancia de satisfacción en el servicio contratado.
Pero yo, que conozco el proceso desde el principio, os quiero contar porqué Viento 10 es excelente desde el minuto uno. Y lo quiero hacer a través del proceso de restauración llevado a cabo en el edificio que hoy alberga el hotel. Córdoba es una ciudad bimilenaria llena de sorpresas y tesoros escondidos. Tocar cualquiera de sus muros es una gran responsabilidad y requiere de un exquisito respeto que por desgracia no siempre se da. Pero no es el caso de Viento 10. Tuvo suerte este trozo de historia en caer en las delicadas manos y sensibilidades de sus socios; Cinta, Gema, Quino y Gerardo. Ellos intuían que debajo de aquella cáscara de azulejos baratos y cierres de aluminio dispares, podía encontrarse ese tesoro que la ciudad encierra, sabían también que esta circunstancia les complicaría la construcción y la llenaría de demoras y trámites burocráticos que ellos asumieron desde el principio.
Así comenzaron lentamente a retirar toda aquella cáscara de su pasado vecinal, que lo había cubierto y desfigurado hasta lo irreconocible. Poco a poco fueron descubriendo los arcos y columnas del patio y volviéndolos al aspecto original de su construcción en el siglo XV, cuando todas estas edificaciones de la calle eran dependencias de la Iglesia de Santiago, núcleo central de la Orden de las Caballeros de Santiago en la ciudad. Es posible que la estructura primitiva corresponda a un hospital que esta orden tenía en la calle, aunque esto no está plenamente certificado, o bien pudiera ser también dependencias conventuales de la Orden.
Y siguieron con las obras lenta, minuciosamente. Y de nuevo encontraron las previsibles sorpresas. Y en el muro de fachada, tapado por las reformas cristianas, encontraron una puerta cegada de construcción al parecer mudéjar, pero que bien pudiera ser una parte de la historia islámica de la ciudad. Claro que para ellos era importante esta intervención, pues así podían ofrecer a sus clientes el privilegio de alojarse en un patio monumental y cargado de historia de esta siempre sorprendente ciudad.
Pero valoremos en su justa medida esta intervención que se demoró durante cinco años, pues si bien es importante para ellos, es mucho más importante para la propia ciudad y su historia. El tiempo pasará, todos nosotros desapareceremos y quizás el hotel también, ¡quién sabe!. Pero lo que es seguro es que el buen hacer de estos amigos, dejará para otro larguísimo período de tiempo, una pieza valiosa de nuestro patrimonio para disfrute y orgullo de los cordobeses que están por venir.
Es evidente que su delicado trabajo ha enriquecido a la ciudad con este grano de arena. Como es evidente que no se permanece durante cinco años seguidos en la excelencia de servicio, si no has trabajado con mucho tesón, amor y confianza. Por esto quiero felicitaros por el merecido pase a este "Salón de la Fama" que yo sé bien que lo habéis ganado con mucho sudor... porque la fama cuesta.
Mi enhorabuena a los cuatro como amigo y sobre todo como cordobés.
Os dejo aquí unas fotos que tomé entonces para que valoréis el esfuerzo restaurador de Viento 10.
Si queréis ver más documentación gráfica sobre este proceso podéis hacerlo en este enlace.