Un hotel para vivir en armonía con los ritmos propios,
donde el tiempo no marca nada,
solo probar a sentirlo,
donde el espacio puede ser ignorado.
Nuestra propuesta es una forma serena de viajar, de mirar, de sentir, de dejarse atrapar por la ciudad y por todo aquello que suceda ahora.
Escapar de las hileras de turistas, escoger un rincón oscuro y solitario, escuchar el rumor del agua, contactar con el espíritu del nómada que anida en el corazón, abrir el ánima a la sorpresa, conmoverse ante la belleza, respirar.