una antigua casa hechizó a Gerardo.
años más tarde, tras odiseas de permisos y obras nuestro sueño empezaba a surgir...
compartir esa casa con todo aquel que quiera perderse entre sus muros, su luz y su aroma,
empezamos las primeras catas arqueológicas
descubriendo tesoros y recuperando texturas
respetando, armonizando con la piedra
comenzamos a construir retirando el fibrocemento
creando un escenario más sólido para nuestro sueño
el derribo necesario
con la conservación de un pasado
y dibujando un futuro
creamos estructuras
y fortalecimos los pilares
los arcos iban enmarcando una realidad
y nuestra imaginación veía la nueva luz
colocamos el pladur y el blanco empezaba a hacer efecto
el aire comenzaba a ser más puro
los rincones adquirían profundidad
las vigas marcaban seguridad
los arcos sinuaban las curvas
los arcos sinuaban las curvas
el fin que nunca llega
la felicidad de un sueño cumplido
para disfrutarlo en silencio y, siempre que quieras, contigo.