Lo he encontrado en los fondos cartográficos de la Biblioteca Nacional. El documento al parecer es de 1950 y se desconoce al autor de este dibujo. Aunque por la fecha es muy probable que pertenezca al círculo de ese brillante equipo de arabistas que floreció en esos años: Manuel Ocaña, Emilio García Gómez, Rafael y Rosario Castejón y otros tantos que al abrigo de una política favorecedora de los estudios árabes, permite a estos investigadores profundizar en nuestro pasado más interesante. Para que te hagas idea de ese histórico momento de mediados del siglo XX, te diré que se estudió muy seriamente la idea de sacar la catedral de la Mezquita y volverla a su estado original. (increíble pero cierto).

El plano, con sus errores e imprecisiones, es sin embargo un documento bien afinado que da una idea bastante nítida de la forma de la ciudad en el siglo X. Su contemplación es deliciosa, y más si tu conocimiento de la historia de la ciudad te permite disfrutar de la infinidad de detalles que aporta.

Por ejemplo: Podemos apreciar que la ciudad del siglo X hereda estructuras de la ciudad romana, como la muralla de la Medina o algunas, solo algunas de sus calles. Vemos también las grandes explanadas libres junto al flanco oriental de la muralla, y que serán ocupados por los conventos creados tras la conquista como el de San Francisco o San Pablo. Vemos también en esta zona el descampado que dará origen a la plaza de la Corredera. En el norte apreciamos otro descampado que acabará siendo  con la misma forma la actual plaza de Colón. Estos espacios abiertos extramuros son de usos múltiples; desde la concentración de tropas, mercados y ferias o hechos puntuales que requieren la reunión de los ciudadanos.

Junto a nuestro Hotel Viento10, en la zona de la Axerquía y dentro del barrio de Pergamineros, puedes ver junto al río, unos pequeños círculos que marcan el lugar de las tenerías, esos ingenios para curar pieles y tintar tejidos. Nuestro barrio entonces concentraba los gremios de fabricantes de papel, trabajadores del cuero y tintoreros. Por eso aun se conservan en el callejero actual nombres como calle del Tinte. 

También podemos ver los nombres de las puertas de las murallas, o dónde estaban ubicadas las principales mezquitas, para comprobar que estas ocupan el mismo espacio que hoy ocupan las iglesias fernandinas. Pero sobre todo, y quizás lo más interesante, es comprobar que una de las principales herencias del siglo X es el propio plano de la ciudad, la trama urbana de callejas y callejones que han sobrevivido hasta nuestros días y que conforman esta interesante ciudad que ha merecido ya cuatro marcas de Patrimonio de la Humanidad. Es alucinante comprobar que nuestra calle del Viento ya existía hace mil años.

Os invitamos a que juguéis a encontrar vuestra calle en este interesante plano. Para que lo podáis ver en su totalidad, lo incluimos aquí en alta resolución para su descarga. ¡Que lo disfrutes!